martes, 10 de diciembre de 2013

XI RUTA 9 VALLES 2013 LA ETAPA REINA DEL AÑO

                              


 
                                         MI TERCERA PARTICIPACIÓN  CONSECUTIVA

    13 de Julio, se presenta una de las grandes, al menos para mi, y un verdadero reto, 408 Km en un solo día y como ya comenté en la primera que hice, por esa inmensa geografía de las tierras cántabras. De ahí lo de "Etapa Reina". De nuevo nervios, "como me responderá mi pobre MV", ¿me fallará como el pasado año? espero que no. También por el tiempo, hasta entonces muy irregular, cambiante, cuanto mas en esas latitudes. Mirar la ruta, entramos incluso en Palencia, provincia, ¡¡que barbaridad!!
El trazado de la ruta
            Con tiempo me lio con la moto, es lo fundamental; ¿Qué falló el pasado año? pues aun no lo se a ciencia cierta, solo se que después de comer no daba chispa, no había manera y al final de la etapa, si. Y ahora mismo que estoy con ella, sí da chispa, los platinos bien, cables y bujía bien...¿Qué le hago?
Detalle freno doble leva por Segundo Alonso
Recordé -después de pensar y pensar- algo que mi padre me contó en cierta ocasión: en un coche,  la chispa desaparecía cuando el motor llevaba algún tiempo funcionando;  comprobó la bobina de alta -metiéndole corriente directa- y no daba. Transcurrido cierto   tiempo vuelve a hacer la prueba y funcionó. Lo que me pasa a mi, cuando se calienta se  deriva y al enfriarse, como si nada.
 
Ante esto, decido llevar otra bobina, con su cable de alta ya puesto y sujeta al lado de la que falla; ya puesto, le hice el cableado con un conmutador, de tal forma que si me falla la de origen, conmuto y hago el cambio de cables de bujía. En las pruebas que hice antes de partir, no dio ningún problema, por lo que sigue con la original. Ya veremos.
 
Un pepino
Le sustituyo también el aceite, reaprietes en general, -siempre hay algo flojo- tensión de cadena y algo muy importante, le cambio el desarrollo como dicen ahora, esto es, le pongo una corona mas grande, la otra que tengo, 2 dientes mas, pero suficiente para subir mejor; es el punto débil de ésta moto, no de diseño, es  la edad, y es el punto fuerte de los 9 Valles, inmensas subidas, nunca se acaban.           
 
      Por fin acudía a un evento con la pintura como Dios manda, la orla blanca en ambos costados del depósito, recién hecho por otro lado y con un anagrama o logo diseñado por mi y por mi hija Alicia, el cual ofrecí a la organización y lo aceptaron  y lo tomaron como oficial para los próximos certámenes, incluido este. Iba, porque no decirlo, con  orgullo y esperando ver que sorpresa nos deparaban.

EL depósito recién pintado
      Nos pusimos en marcha, me fui con Jesús en su furgón, junto con Paco Nieto y sus dos motos; la mía se la llevó P. Rincón unos días antes, a San Vicente de la Barquera, bonito pueblo y nuestro alojamiento. Fuimos a parar  a Santillana del mar, al hotel sede de la organización, y allí ya empezaba a correr de nuevo el gusanillo, mucha gente y muchas motos y ¡¡que motos!!. Me fui a ver a Javier Francés, habíamos mantenido contacto a lo largo del año, pero a través de emails, y ya tenía ganas de verlo en persona y charlar con el. Cuando entramos en el garaje donde había que guardar las motos, allí estaba, nos saludamos, hicimos la inscripción pertinente y a seguir saludando a viejos conocidos.

      Abrí la bolsa que nos dieron y....sorpresa, ¡¡un polo con mi emblema estampado!!, precioso, emoción y mas cuando veo aparecer a mas gente con el puesto; le pregunto a Javier si no había hecho las pegatinas para las motos y en ese momento me reconoció ¡¡¡Pedro!!!... perdona, no te relacionaba ahora; mandó callar a los allí presentes y me presentó como el autor del emblema, enorme satisfacción, y acordándome de mi hija Alicia, ella fue la auténtica artífice.


Puente San Miguel
    Descargamos las motos, las pusimos a buen recaudo, de noche por aquí o niebla o lluvia, aparte de frio. Las de menor cilindrada este año, la Vespa de Jesús y la mía; esto no cambia, por mucho que Javier invita a motocicletas nacionales y poca cilindrada. Acuden clásicas si, pero la mayoría BMW serie 2 y 5, aparte de alguna de preguerra, tres R12 y una R 5, "total ná" que dicen en mi pueblo. En dos tiempos OSSA, Bultaco, Montesa y Vespa, pero las que menos. Estas últimas, a pesar de su menor cilindrada, no les tienen miedo a las "pata negra", son peleonas, mucho, favorecidas por el sinuoso recorrido y mas en las manos de algunos.

      Amanece el esperado día, raudos a por las motos, como si de Le Mans se tratara, hay que vestirse de piloto, abrigarse -aunque sea Julio- arrancar y salir disparado a echar gasolina. De aquí, al lugar de reunión, La Casa de Juntas, en Puente San Miguel, donde tenemos unos últimos consejos sobre la ruta y nos hacemos la foto de familia. Miro al cielo....palmadita cariñosa a la moto, despejado, suave brisa, perfecto, buen presagio. En marcha, 55 veteranas motos a conquistar de nuevo Cantabria.

La niebla matutina

Helguera, Riocorvo, Selaya, Portillos de la Sía, Las Machorras...primera etapa, 172 km de subir, bajar  y disfrutar; la segunda, 69 km, el alto de Las Estacas de Trueba, Vega del Pas y San Pedro del Romeral, espectacular y mas con el día que aun seguíamos teniendo, a pesar de que en las primeras cumbres, aparecía la niebla. En Monegro, parada para comer y descansar; la última bajada, preciosa, disfrute pleno, mucha tralla y cansado. La MV, de momento ágil y sin quejarse; y vaya si se nota el haber cambiado la corona, ¡que bien subía!, dentro de sus posibilidades, en tercera casi todos los puertos, la segunda cuando alguna moto mas grande me ralentizaba o curvas cerradas y peligrosas.


El asón
Bajando sin problemas, a recuperar lo perdido, a disfrutar. Llaneando es donde mas sufre, donde también se nota el cambio, pero para mal; no podía ni quería darle, muy alta de vueltas, así que paciencia, mientras los monstruos me pasaban, los que iban detrás, porque a muchos otros nos le vi nada mas que a la hora de comer.

Subiendo el Asón




 
Impresionante bajada
       Estaba comiendo y pensando, ¿arrancará ahora o tendré problemas de nuevo? pero con confianza, ya que si fuera el caso, le hacía el truco del almendruco. Nos quedaba aun tramos llanos y entre ellos en la provincia de Palencia, esto si me preocupaba. Acabo de comer, cojo el casco y me voy en busca de la moto; observo tensión cadena, nivel aceite, temperatura del motor -ya casi frío- y la gran prueba, con una suave patada debe arrancar; pongo el contacto, abro gasolina -aun no he repostado- le doy y...¡¡NO arranca!!, pero es que ni una mera explosión....tranquilo, no toco nada; quito y pongo contacto de nuevo, otro cartucho de dinamita y....en marcha, con algún estornudo que otro pero pronto el ralentí estable; palmadita de nuevo, alivio y a correr. Quedan  aun 170 km.
     
    Reinosa, Espinilla, Brasoñera, Cervera de Pisuerga, alto de Piedras Luengas, Puentenansa, valle de Cabuérniga, Virgen de la Peña, Quijas y Santillana del Mar; este era el recorrido y digo era porque así no lo hicimos un grupo que formamos. Se puso en cabeza Rincón y Nieto, andaban todo el día picados y se despistaron, vieron montaña y todos a por ella; la bajada esta, recuerdo que fue también increíble, además de larga; lástima de cámara que si se me averió hacía tiempo ya. Consecuencias, ya no podíamos hacer la ruta original, habíamos perdido mucho tiempo, así que, y visto la hora que era, decidimos  hacer la nuestra. Atravesamos el parque natural Saja-Besaya -maravilloso- para llegar a Cabuérniga y de aquí pasar por San Vicente de la Barquera, por las carreteras menos transitadas posibles hasta  Santillana del mar. Veremos a ver.

Segundo y Mari
      El desconocimiento de algunos tramos, sumado al incremento del tráfico, hizo que el tiempo aun nos apremiara mas, con lo que una vez en San Vicente de la Barquera, optamos por coger la autovía del Cantábrico, para llegar antes y seguros, esto es, no perdernos; puuuffff, dije yo, ¡¡ 40 km de autovía!! con mi moto y con el tráfico que había y las velocidades que desarrollan...; ya estaba atardeciendo, le dije a Jesús que se pusiera delante con su Vespa, anda mas o menos como la MV y los demás detrás, escoltándome.


       Así fue durante 5 km, mas o menos, ambas andan en llano igual, pero con la corona de 48 dientes, no con la de 50 que llevaba puesta. Jesús desapareció de mi vista, me abandonó, menos mal que los otros aguantaron; nos adelantaban hasta los inmensos camiones y subiendo. Se me hizo eterno, sufrí lo indecible, pero no quise forzar el motor, debía de cuidarlo. Y a todo esto sin repostar. 

Vértigo
Cuando vi la salida para Santillana... vi el cielo abierto, y 1 km mas allá, vi a Jesús, andaba perdido, le pasé y le tiré una "patá," ¡¡anda sígueme ahora si puedes!! le dije...¡¡que alivio!!

Quedaban dos, tres kilómetros para llegar al Hotel San Marcos, y ya iba yo celebrando el éxito, recordando los días pasados, la preparación, el día de hoy, la salida, los nervios, alegría, y tristeza a la vez, esto se acaba, saltando en la moto, dándole las gracias,, mimándola un poquito. En cuanto me baje, llamo a Ana, para decirle que he acabado y sin ningún problema; lástima no esté aquí.

Cuando llegué al hotel, de nuevo miro al cielo....recuerdo para mi maestro, el mecánico, mi padre. Seguro que también lo celebró, y se aliviaría, porque en algún momento debió de pasar algo de miedo. Recuerdos también para mi hermano Carlín y para Salva, otro maestro, les llamaré también. Su ayuda, fundamental.

Llega la cena, momento de celebración, los comentarios del día, lo vivido en la ruta, los paisajes recorridos, anécdotas...; momento de descanso también y de disfrute pleno, disfrute total. Tienes que venir con otra moto mas potente me dicen algunos..., estos no saben lo que es sufrir y que por ello, aun mayor el disfrute, el sabor de la victoria es aun mas grande; hacerlo con un avión no tiene gracia.
Yo lo siento así,  orgulloso de lo que una vez mas he conseguido, con mis posibilidades, con mis circunstancias. A Dios gracias por ello. Una vez terminada la cena, entrega de premios y mira por donde,  premio a la moto mas pequeña para la MV 150. El colofón.



           A los amigos de Villaviciosa de Odón, a Javier Francés y a mi familia: muchas gracias.

                              Hasta el próximo año, hasta la XII RUTA DE LOS 9 VALLES.






                                                                               Pedro Martín